Capital: Auralastican
Población de dragones: 661 (oropel 33%, cobre 25%, bronce 18%, plata 12%, oro 11%, otros 1%)
Población: 72.656 (humanos 60%, elfos 11%, enanos 8%, minotauros, 8%, kiri 5%, kender 3%, goblins 3%, centauros 1%, otros 1%)
Gobierno: oligarquía (Consejo de los Cinco)
Religiones: ninguna
Comercio: pescado, pieles, grano, hierbas, especies, fruta, metales, herramientas, libros.
Alineamiento: LB, NB, CB, LN, N
Las islas de los Dragones están formadas por una cadena de ocho islas que discurren en diagonal desde el suroeste al noreste. La situación exacta de las islas en relación al continente es imposible de determinar, ya que la cadena parece cambiar de situación a su capricho. Además de los aparentes cambios de latitud y longitud que dificultan su localización, las islas están rodeadas por un velo mágico que las oculta de la vista. Algunos capitanes de barco afirman haber visto las islas y virado hacia ellas sólo para ver que las masas terrestres del horizonte desaparecían de repente. La situación precisa de las islas sólo puede ser determinada por un dragón verdadero que pueda oir la llamada de las islas de los Dragones. De vez en cuando algún barco naufragado deriva hasta las costas de estas tierras ocultas, pero tales casos son raros.
Las islas, situadas en la franja de clima tropical, siempre están verdes y lujuriantes de vegetación y vida salvaje. Las lluvias son moderadas y abundantes, con alguna tormenta ocasional que cruza el archipiélago. Este lugar nunca ha conocido la guerra, y sus villas y ciudades han permanecido intactas. Ni siquiera el Cataclismo causó demasiados daños a las tierras mágicamente protegidas de los dragones. Así han permanecido virtualmente como un paraíso inmaculado desde que se habitaron permanentemente hace casi 1.500 años.
VIDA Y SOCIEDAD
La vida en las islas de los Dragones es agradable y fecunda para sus habitantes. Con la continua protección de los dragones del bien, la amenaza de la guerra nunca ha sido un problema, además de haber abundancia de espacio y recursos naturales que permiten a los dragones y humanoides vivir en paz en la isla.
Aquí hay muy pocas verdaderas villas o ciudades. La mayoría de los habitantes viven en pueblos esparcidos formados por entre 50 y 250 personas. La mayoría de razas suelen permanecer juntas, pero también existen varias comunidades multirraciales. Algunas de las razas que nunca considerarían la idea de vivir junto a otras en el continente aquí se relacionan perfectamente. Los minotauros comercian con los elfos, que a su vez tratan con enanos y a veces con kender. Aún así la vida no está libre de conflictos y a veces se producen disputas, aunque se resuelven pacíficamente.
Los dragones no consideran que los humanoides de su reino sean sus inferiores y no existe una relación amo-sirviente, sino que respetan a la gente de dos piernas de su tierra y procuran protegerlos de los peligros exteriores; y también de ellos mismos.
HISTORIA REGIONAL
En el 1.018 aC, cuando Huma Dragonbane derrotó a Takhisis y obligó a la diosa y a los dragones de la oscuridad a retirarse de Krynn, los dragones de la luz abandonaron el continente de Ansalon y se asentaron en una cadena de islas tropicales del norte. Las islas tenían el espacio suficiente para que los clanes más beligerantes tuvieran el territorio suficiente sin tener que enfrentarse a sus vecinos. Los dragones metálicos de Paladine habían desarrollado un profundo respeto por la justicia, el honor y el orden. La búsqueda del conocimiento, la filosofía, la ingeniería y la expresión artística interesaban especialmente a los dragones de oro y plata. Por lo tanto los dragones metálicos quisieron establecerse en un lugar principal de la isla Brumosa en la que mostrar sus conocimientos acumulados.
Así crearon la gran biblioteca que contendría los vastos conocimientos e historia de sus especies. Alrededor de la biblioteca empezaron a construirse hogares y los dragones construyeron casas de tamaño humano para aquellos de su clan estuvieran más cerca del conocimiento, lo que inició la formación de una ciudad.
A través de los años llegaron otras razas. La mayoría llegaba gracias a dragones que viajaban mágicamente disfrazados a bordo de barcos. Otros llegaron por pura suerte. Asi un puñado de humanos, minotauros, elfos, enanos, kender y gnomos acabaron en la lista. La ciudad que se levanto alrededor de la biblioteca empezó a conocerse como Auralastican, o la ciudad de Oro. Otras razas construyeron pequeñas villas en las islas, pero ninguna tan grande como la ciudad de Oro.
Durante su Edad de Oro, los dragones del bien pasaron el tiempo discutiendo sobre filosofia y creando grandes obras de arte y piezas musicales. Disfrutaron de la vida durante un tiempo sin que la reproducción fuera una prioridad. A medida que pasaba el tiempo de lo sdragones se acomodaban cada vez más. Todos dormían más, y muchos se quedaron en este estado durante varias décadas seguidas. Sólo un puñado de cada isla estaban realmente activos, y estos pasaban mucho tiempo estudiando, cazando, volando, nadando o tratando con la gente de dos piernas de las islas.
Los acontecimientos del Cataclismo ejercieron muy poco impacto en las islas de los Dragones y los humanoides del lugar sinteron la pérdida de sus dioses. Algunos parecieron comprender lo que había pasado como si, de algún modo, se hubieran preparado para ello. Otros, no obstante, simplemente se durmieron durante los acontecimientos, inconscientes de los cambios en el mundo.
Guerra de Lanza:
Siglos después del Cataclismo, mientras los dragones de la luz seguían adormilados, los dragones de la oscuridad se estaban situando en posiciones estratégicas. La Reina Oscura les había despertado de sus guaridas de Krynn y llamado a otros del Abismo. Sabía que su mayor oposición en el mundo serían los dragones de Paladine, así que trazó un plan para obligar a los dragones de buenos a someterse. En el 287 dC, los dragones cromáticos llegaron a las islas, ocultos por ilusiones. Se escondieron mediante la invisibilidad y mediante formas alteradas para asaltar con facilidad los nidos de los dragones metálicos dormidos.
Los dragones rojos, liderados por el villano dragón Harkiel, entraron en la ciudad de Oro disfrazados de peregrinos y entraron furtivamente en los subterráneos donde se guardaban los huevos de los dragones. Una vez dentro del santuario interior se teletransportaron fuera de la ciudad con los huevos. Una situación similar se repitió con otras nidadas. Los blancos asaltaron las cunas glaciares de los dragones de plata. Los dragones negros se deslizaron a través del barro de los pantanos que rodeaban los nidos de los dragones de bronce. Los dragones azules planearon bajo la cobertura de la invisibilidad sobre los riscos afilados donde estaban las guaridas de los dragones de bronce. Los dragones verdes se encargaron de encontrar los nidos ocultos. Aunque los dragones de cobre fueron los primeros en advertir la desaparición de los huevos, eso no ocurrió hasta varios años después.
Aún pasaron más años antes de que los dragones empezaran a despertar de su sueño, indignados y confusos. Lo ocurrido no se clarificó hasta el 296 dC, cuando Takhisis despertó al resto de dragones metálicos y les amenazó con dañar sus huevos si se enfrentaban a ella en las futuras hostilidades. Los dragones de la luz habían estado durante tanto tiempo de Ansalon que el conflicto les pareció carente de importancia en comparación a la seguridad de sus hijos. Así que, con renuencia, aceptaron permanecer fuera de la guerra.
Esta situación se prolongó hasta que una dragona plateada, Silvara, y el príncipe qualinesti Gilthanas desvelaron la verdad que se escondía tras el pacto con Takhisis. Por lo visto, en vez de adherirse a su promesa, la diosa había puesto en marcha un corrupto ritual con los huevos que resultaría en la creación de los draconianos. Nada más recibir la noticia, los dragones metálicos decidieron intervenir en la guerra, haciendo posible la victoria de las fuerzas de la Piedra Blanca bajo el liderazgo del Áureo General.
Después de la guerra, no se ha vuelto a saber mucho sobre los asuntos internos de las Islas de los Dragones debido al velo mágico que las separa del exterior. Sin embargo, los grandes reptiles colaboran activamente con los Caballeros de Solamnia y otros representantes del Bien. Muchos de ellos se han instalado en áreas alejadas de Ansalon, como el grupo de dragones plateados que mora en el Bosque Oscuro con el beneplácito del Señor del Bosque.
ASENTAMIENTOS PRINCIPALES
Auralastican (7.871): la ciudad de Oro, situada en la costa suroeste de la isla Brumosa, es el mayor asentamiento de todas las islas de los Dragones. Aunque su población no es tan numerosa como la de las mayores ciudades de Ansalon, se considera la “metrópolis” de las islas de los Dragones. La ciudad domina la entrada de un vasto fiordo. Sus grandes calles pavimentadas de mármol de tono dorado están flanqueadas por edificioes de brillante mármol blanco, plata pulida, bronce destellante y resplandeciente cristal. El metal amarillo destella en los tejados, las torres y los minaretes. Unos enormes árboles de tono dorado adornan las calles, proporcionando sombra y mezclándose con estandartes de oro que ondean con la brisa. Por todas partes pueden verse recordatorios de los dragones, desde grandes murales de dragones en vuelo en los edificios públicos, hasta estatuas de los grandes dragones del pasado en mercados y plazas. Por el cielo vuelan constantemente dóciles dragontinos, mientras que los curiosos dragones jóvenes pueden verse saltando por las calles. De vez en cuando un dragón metálico vuela por encima de la ciudad, pero la mayor parte de los ciudadanos están tan acostumbrados a ello que ni siquiera levantan la mirada. Las posadas, restaurantes, tabernas al aire libre y estrados para representaciones se mezclan con otra tiendas y negocios. La vida aquí recuerda mucho a la de Ansalon durante el cenit de la Era del poder.
La propia ciudad se levanta en una leve pendiente y su parte anterior se conoce como la cúspide de los Dragones, un lugar en el que la mayoría de humaniodes no pueden entrar. El barrio de los dragones está delimitado por gargantuescas esculturas. Estos monumentos, hechos de pierdra, coral y todo tipo de metales, ocupan toda la cresta que domina la ciudad. Algunas son representaciones de objetos reales como árboles, barcos o dragones, mientras que otras son creaciones más abstractas, utilizando pirámides o anillos en sus formas. Cinco dragones de oro, conocidos como el Consejo de los Cinco y encabezados por el anciando dragón dorado Regia, gobiernan la ciudad.
LUGARES IMPORTANTES
Las islas de los Dragones están formadas por ocho islas que se extienden en diagonal desde el suroeste al noreste, cubriendo una zona aproximada de 750 millas de este a oeste y 400 millas de norte a sur.
1. Picos Nubosos: por encima de la isla de Jacntarth se eleva una cordillera montañosa formada por diez enormes picos. Esta cordillera es muy conocida por las altas cimas que conservan la mayor cantidad de nieve de todas las islas de los dragones. Los dragones de plata de todas partes los visitan a menudo para escapar de las abrasadoras temperaturas de las islas tropicales.
2. Valle Alto: en el centro de la isla Brumosa hay una región de tierra que se eleva muy por encima del nivel del mar. Su situación la convierte en una de las tierras más templadas de las islas de los dragones. Está poblada de frondosos bosques de hoja caduca, cubierta de un lado a otro por un centelleante vapor y rodeada de centenares de altas montañas. Sólo un puñado de peligrosos senderos ascienden por el abrupto terreno hasta el interior, asi que el mejor modo de entrar en el Valle Alto es volando.
3. Isla de Alarl: la isla de Alarl está situada a setenta y cinco millas al sureste de la isla Brumosa. Se trata de un paraíso silvestre que se considera un parque para todos los clanes de los dragones. Las vistas de Alarl quitan el aliento y, aunque carece de montañas altas, tiene un territorio lo suficientemente variado para contenter una gran diversidad de vegetación y vida salvaje. La isla está habitada por un pequeño número de kalanesti, kiri y humanos, pero la mayor villa, llamada Percha, pertenece a los kender de las islas de los dragones. Se sabe de capitanes que han dejado a cualquier kender que hayan encontrado a bordo de sus barcos en Percha antes de fondear en cualquier otra isla.
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